Los Gigantes: una reseña pendiente

Hace ya un año que se estrenó mi obra: Los Gigantes. Acá la reseña de la puesta en escena.

Sobre la obra puedo decir varias cosas: los teatreros de Armadillo le han dado un toque de dinamismo, demostrando a la vez su profesionalismo y compromiso con el teatro, particularmente, con mi obra.
Fue muy interesante descubrir la palabra escrita conjugada con el movimiento -la puesta en escena-, plantea nuevas formas de interpretación de la obra. Originalmente, Los Gigantes fue escrita para tres personajes masculinos. Armadillo le dio un pequeño giro al cambiar a uno de ellos por Astrid (quien hace el papel de Victoria). El giro fue interesante puesto que no se perdió la percepción de que ambos personajes principales (Demetrio y ahora, Victoria) eran la misma persona. La tarea de Roberto Brahan en el papel del peatón y vecino fue muy interesante y divertida a la vez, sin que ésto haya restado al personaje sus características originales.

Qué decir del público, que asistió al llamado invadiendo los escenarios donde fue presentada la obra, con lleno total. Hubo personas que no pudieron presenciarla, lo cual indica que hay sed de teatro en el país, como diría Demetrio y Victoria: "ya se no hace buen teatro".Impresionante ver que niños asistentes a las presentaciones disfrutaron del dinamismo de los Armadillos, dando fe de nuevo que su labor en el teatro nacional es lo que les ha caracteridado por mucho tiempo. Resta desear que los Gigantes vuelvan a presentarse pronto para que quienes deseen acercarse a la obra lo hagan sabiendo que podran salir del teatro con algo que comentar. Sobre el miedo, la obra nos deja esta enseñanza, que está presente en todo el desarrollo de la obra. Es interesante lo cuidadoso en los detalles de Armadillo, quienes, recalco, demuestran su madurez en las tablas.